Una putita guarra termina en la cárcel por ser una chica mala. Pero esta puta sabe cómo manejar a los hombres, especialmente a su sexy custodio de celda. La zorra se desviste lentamente para mostrarle al oficial sus enormes tetas y su perfecto culito, cuando está completamente desnuda en su celda se comienza a tocar suavemente su conchita.
Ella se pasa los dedos por el coño para llevar toda su humedad a lo largo de su concha y después se masajea suavemente el clítoris. El oficial ya bien excitado abre la celda y la deja en libertad, no sin antes follársela bien rico
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