Dicen que el que prueba la carne de un negro, lo único blanco que vuelve a comer es la mayonesa. Y es que, una polla de 30 centímetros no se ve todos los días. Esta
hermosa asiática sabe de lo que hablamos. Acostumbrada a los flacuchos y pequeños penes de su región, nos ha contado que nunca ha estado con un negro y la intriga le cosquillea en su conchita. Entusiasmados, decidimos traerle a un negro bien dotado para su primera vez. La muy zorra ni siquiera esperó a que el negro terminara de llegar cuando ya se le había echado encima de la verga.
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