Esta morrita rubia lleva poco tiempo trabajando en la tienda. Aún no se ha dado cuenta que su jefe es un verdadero pervertido. El la observa mientras trabaja, es tan morboso que se excita por el solo hecho de verla trabajar.
Un día no se ha resistido más y ha decidido abusar de ella. Como es el jefe dice que tiene el derecho de violarla cuantas veces lo desee. Ella grita pidiendo auxilio pero nadie podrá escucharla en el almacén de la tienda. El tipo la coge hardcore mientras la golpea en la cara. ¡Todo un cabronazo!
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Violaciones