Una candente
rubia de culo enorme, se arrodilla frente a una polla negra de enorme tamaño. Con sus enormes ojos claros, mira con deseo mientras se mete cada centímetro a su boca, disfrutándolo tal como si comiera un helado de chocolate.
Toda una golosa, se esfuerza tragándose la polla, que la ahoga por lo larga y gruesa. Ella es una maestra de las mamadas, que chupa mientras masturba tan rico que hace gemir al negro, hasta que le saca todo el semen, pero no pierde ni una gota, porque traga la leche.
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Delgadas Mamadas