Soy David y mi madre es una puta hambrienta de pollas. Podrán decir que estoy exagerando y que no es verdad, pero mi madre es una madura muy ardiente de cincuenta años que no sabe quien es mi verdadero padre. Desde que era pequeño, recuerdo que metía cientos de hombres a la casa para follárselos en el sofá de la casa, o que la cogieran en su habitación. A esta edad, lo sigue haciendo. La muy zorra es insaciable y la verdad es que yo disfruto verla follar. Incluso yo me he follado a mi madre en ocasiones. Es como una maquina para follar. Es toda una veterana.
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