La
delgada española quiere ser acariciada por unas buenas manos para bajar la tensión del cuerpo, que sufrió durante todo el año, siendo un obsequio propio de navidad. Tiene un cuerpo escultural, además de un culo excelente.
El masajista le gustó masajear cada centímetro de su cuerpo, ahora quiere darle un final feliz, metiendo toda su verga en la vagina caliente y apretada. Sexo hardcore y apasionado para poder relajar el cuerpo de su clienta ardiente, que gime de placer con cada embestida que recibe. La guarra cambia de posición para saborearlo.
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