Un pobre
cuckold tendrá que ver como la puta de su mujer disfruta teniendo del sexo más rico con otro hombre. El se verá obligado a tragarse sus celos así como su mujer se comienza a tragar una enorme y muy dura polla. Las mamadas de la mujer son espectaculares y hacen gemir de placer al cabrón. Pronto el no se aguantar y pondrá en cuatro a la putita.
El hombre le meterá la verga por su mojado y estrecho coñito para hacerla gemir a ella. Por primera vez en mucho tiempo ella gemirá de placer mientras el tipo la embiste con fuerza y hace que sus enromes tetas brinquen.
24:40
Categorías
Cornudos Mamadas Rubias